¿Será grande otra vez?

El pasado 9 de abril de 2025, la administración del presidente Donald Trump anunció la eliminación de fondos para 10 programas de extensión de manufactura (MEP, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.

Esta decisión ha generado preocupación en la industria alimentaria, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) que dependen de estos programas para mejorar su competitividad y eficiencia.

¿Qué son los Programas de Extensión de Manufactura (MEP)?

Los MEP son una red nacional de centros que brindan servicios de consultoría, capacitación y apoyo técnico a las PyMEs manufactureras.

Su objetivo es ayudar a estas empresas a mejorar sus procesos, adoptar nuevas tecnologías y cumplir con regulaciones, lo que es especialmente relevante en la industria alimentaria, donde la seguridad y la calidad son fundamentales.

Impacto en la Industria Alimentaria

La eliminación de fondos para estos programas podría tener varias implicaciones para la industria alimentaria:

• Reducción de la Competitividad: Sin el apoyo de los MEP, muchas PyMEs podrían enfrentar dificultades para mantenerse competitivas, especialmente en un mercado globalizado.

• Desafíos en la Implementación de Normativas: Los MEP ayudan a las empresas a cumplir con regulaciones de inocuidad alimentaria. Su ausencia podría dificultar la implementación de normativas como la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria (FSMA).

• Menor Acceso a Innovación: Estos programas facilitan la adopción de nuevas tecnologías y prácticas innovadoras. Sin ellos, las PyMEs podrían quedar rezagadas en términos de eficiencia y sostenibilidad.

Reacciones del Sector

Diversas organizaciones y líderes de la industria han expresado su preocupación por esta medida. Argumentan que los MEP son esenciales para el desarrollo económico y la creación de empleo, especialmente en comunidades rurales y regiones con alta concentración de PyMEs manufactureras.

La eliminación de fondos para los programas de extensión de manufactura representa un desafío significativo para la industria alimentaria en Estados Unidos.

Las PyMEs, que constituyen una parte importante de este sector, podrían enfrentar obstáculos adicionales para mantenerse competitivas y cumplir con las regulaciones de seguridad alimentaria.

Una vez más, las políticas malentendidas van a ocasionar gastos y perdidas adicionales a la industria de alimentos.

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